¿Mamá es cierto que el viejito Pascuero……?
Soy mamá de un niño de 9 años y este año me vi enfrentada a una de esas preguntas que nunca quieres que tus hijos te hagan …. Uffff!!!… fue difícil saber que contestarle!!! Por ello en este post les cuento que hacer para no arruinar la navidad de sus hijos y estén preparadas para cuando les llegue la “peculiar” preguntita.
Mientras conducía el auto, conversaba con mi hijo, quien en ese momento me acompañaba en el viaje, y de un momento a otro me pregunta….”mama, ¿es cierto que el Viejito Pascuero no existe y son ustedes quienes me compran mis regalos de Navidad?”. En ese momento mi cabeza empezó a generar las “mejores” respuestas a esa crucial pregunta. En realidad lo que les voy a contar es aplicable a cualquier pregunta “difícil” que te realice un niño. Esta regla es la que aplico a todas esas “preguntas difíciles” y es conocer que tanto sabe el niño sobre el asunto en cuestión. Jamás deben empezar a contestar sin saber antes que tanto conoce el niño sobre el tema, para no meter las patas y entregar información innecesaria según la edad que tenga.
Así fue que me puse a indagar que tanto sabía mi hijo y de donde había obtenido la información. Este año, a diferencia del anterior, él ya tenia la evidencia suficiente como para romper la ilusión de esta fecha. Mi hijo me contó de sus sospechas, lo ridículo que le resultaba el tema de los renos, y del porque la publicidad que salía en la TV pide que vayas a comprar los regalos con ellos, etc. Bajo esos antecedentes no me quedo otra que confirmarle todas sus sospechas…”es cierto todo lo que piensas, le dije”…, e inmediatamente también investigue como se sentía sentimentalmente, para poder apoyarlo en ese ámbito, porque cuando yo lo supe estuve triste todo diciembre, y no quería que mi hijo pasara por lo mismo.
Para apoyarlo en la parte sentimental, pensé que mejor sería incluirlo en todos los preparativos del tema navideño, así fue como le pedí que me apoyara en la tarea de “armarle” la navidad a su hermana menor, así que un día me acompaño a comprarle parte de los regalos, dándole la chance de que el eligiera uno y también se encargara de envolverlo. Por otra parte, para que su Navidad no fuera tan aburrida, nunca compre los regalos de otros frente a él, sólo el de su hermana. También le pedí que me ayudara a armar la parte logística cuando tuvimos la cena familiar, ya que tengo una hermana con trillizos, así que él fue el “duende” que armó el cerro de regalos antes que sus primos volviera del paseo que realizan buscando al viejito pascuero. Me dio mucho gusto verlo, lo nervioso que estaba haciendo el papel del duende, cuidando cada detalle para que sus primos ni su hermana pudieran sospechar absolutamente nada. Me encantó!!!!
En resumen, creo que tome una buena decisión el haber incluido a mi hijo en los menesteres de la navidad y dejar que sus regalos siguieran siendo una sorpresa, también fue bueno haber indagado primero en la información que él tenia y aclarar lo que no era verdad, así le dio más seguridad para poder procesar lo que antes eran sospechas.
Quiero terminar diciendo que cada niño es diferente, por lo que mi relato es sólo una referencia, pues puede que tu hijo reaccione de otra forma, pero lo que si es aplicable a todos los niños es pregunta primero cual es la información que maneja antes de contestar la pregunta, no importa el tema.