Panorama

El Día De La Sopaipilla Pasada Tuvo Su Celebración A Lo Grande

Más de mil personas se reunieron durante el 10 de julio para, junto a un gran carnaval de barrio, festejar a esta preparación tan tradicional e icónica de la cocina chilena. Zanquistas, batucadas, shows de baile, espectáculos circenses y un millar de sopaipillas pasadas fueron algunos de los protagonistas en este panorama que reunió a toda la familia.

 

Tal como esta clásica receta chilena se lo merece en su día nacional, un gran carnaval de barrio fue el encargado de homenajearla desde la mañana del 10 de julio en la Villa Portal Andino de Puente Alto. Poco a poco los vecinos del lugar se fueron reuniendo en los alrededores de la sede vecinal para conocer lo que se estaba preparando.

 

Porque mientras por una lado la idea era celebrar a esta receta criolla a lo grande, también fue la oportunidad de darle cierre a Sabor de Barrio, campaña organizada por Chancaca Deliciosa, con el apoyo de la Municipalidad de Puente Alto, para encontrar al vecindario con la mejor sopaipilla pasada, la que reflejara de la forma más auténtica el sabor casero que la caracteriza. Y la ganadora fue la señora Angélica Riquelme, representando a la Villa Portal Andino, quien eligió como premio una completa remodelación a la sede vecinal del barrio, que incluyó pintura, calefacción, luces LED, cerámicas y un exterior con árboles, flores, pasto y una huerta comunitaria, entre otras mejoras que beneficiarán a unas 1.500 familias del sector.

 

Animado en todo momento por el cocinero Miguel Serrucho, los vecinos fueron recibidos por un show de batucadas, zanquistas y malabaristas, además de juegos inflables y mesas de ping pong y taca taca, mientras se repartían más de mil sopaipillas pasadas con Chancaca Deliciosa a las más de mil personas que llegaron. Al mismo tiempo, en la multicancha del lugar, había instalada una feria de emprendimiento y un escenario por el que transitaron espectáculos artísticos de Alma Puentealtina, Bafopal, Tintanes, Quimey Purun, además de sorpresas y concursos a lo largo del día.

 

En suma, el cierre perfecto para una jornada que puso a la sopaipilla pasada en el lugar culinario que se merece, siendo disfrutada por toda la familia y, al mismo tiempo, recordando sabores tradicionales de barrio que hoy, más que nunca, merecen ser recordados y valorados para siempre.